No avanzamos ni el primer párrafo en la lectura del tema del día de El Diario de Hoy, Los medios como enemigos del Estado, cuando ya se percibe un olorcito a error.
Se debe comprender, claro está, por el contexto, que el español no es la lengua nativa de quien escribe, pero quizá por eso mismo los filtros deberían estar más afinaditos en ese medio.
Justo en el primer párrafo de ese análisis se lee:
"Uno habla con los redactores de La Prensa, propiedad de la familia de la ex-presidenta Violeta Chamorro, o con ex-comandantes sandinistas, con feministas o con el candidato de la derecha a la alcaldía..."
Habrá que explicarle al redactor que el prefijo ex tiene particularidades. En este caso, la que nos ocupa es que "a diferencia de los demás prefijos, ex debe escribirse separado del nombre o adjetivo al que se refiere (y sin guión). Ex se usa para indicar que la persona ya no desempeña su antigua función: ex ministro, ex mandatario, ex discípulo, etc. También funciona como sustantivo, con el significado de ´persona que ha dejado de ser cónyuge o pareja sentimental de otra´: ex esposa", según se lee en el Vademécum de la Fundación de Español Urgente.
Pero por si este catálogo lexicográfico no suena tan conocido, basta con buscar la palabra ex en el Diccionario de la lengua española para encontrar su significado y su correcto uso:
ex.
(De ex, prep. lat).
1. adj. Que fue y ha dejado de serlo. Ex ministro, ex marido.
Cuidado, muchachito...
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